Su potencia turística, el músculo inversor y el equilibrio calidad-precio impulsan una oferta cada vez más cosmopolita que explota el juego entre lo ibérico y lo contemporáneo. En sus mesas la croqueta hermana con la trufa, el cocido con el ramen, el guacamole con el gazpacho. La amenaza de una burbuja y los bajos salarios son las sombras de su momento de fulgor